Análisis profundo de la desalinización como solución a la crisis hídrica en la frontera EE.UU.-México. Expertos debaten sobre su viabilidad, impactos y futuros sostenibles.
Recientes discusiones de un Coffee Break organizado por El Foro Permanente de Aguas Binacionales giraron en torno al tema ¿Es la desalinización la respuesta a la crisis del agua en la frontera entre EE.UU. ¿México? Profundizamos en esto.
En este encuentro virtual de académicos y expertos en agua moderado por Rosario Sánchez, directora del Foro, y por Samuel Sandoval, Director Asociado del Foro, los panelistas exploraron los desafíos y soluciones ante la escasez del agua, e hicieron una revisión sobre las implicaciones de las plantas desalinizadoras en la región.
Entendiendo la desalinización y su relevancia para la crisis fronteriza
La desalinización, como destacó Adriana Zúñiga profesora de la Universidad de Arizona, es un procedimiento en el que agua salada o salobre se convierte en agua dulce.
Existen varias plantas y se proponen otras en ambos lados de la frontera, como la planta a gran escala de Carlsbad California, que abastece a San Diego.
A pesar de la promesa de más agua, la desalinización es significativamente más costosa que el resto de las alternativas de tratamiento, lo que cuestiona su sostenibilidad a largo plazo.
Para Margaret Wilder, profesora de la Universidad de Arizona, la desalinización no es una solución, y citando el proyecto de Puerto Peñasco, Sonora, enumeró el potencial daño ambiental, la falsa seguridad en términos de suministro ilimitado de agua y la posible explotación de territorio. y recursos en suelo mexicano.
Nélida Barajas, representante al Centro Intercultural para el Estudio de Desiertos y Océanos (CEDO), enfatizó que el verdadero problema no es la infraestructura, sino la planificación previa y la evaluación ambiental.
Mientras tanto, Nicolás Pineda, profesor del Colegio de Sonora, dijo que llama la atención los costos e impactos no abordados por México ante los proyectos de la desalinización en su territorio por agua que terminará siendo utilizado al otro lado de la frontera.
¿Es la desalinización binacional una conversación a puerta cerrada?
En el Coffee Break, Nélida Barajas afirmó que las implicaciones sociopolíticas de estos proyectos no han sido completamente consideradas, especialmente en términos de impacto ambiental y las necesidades de la población local.
Nicolás Pineda señaló que la discusión en torno a la desalinización tendría mayor potencial en las aguas subterráneas que en el agua de mar y también arrojó luz sobre la Minuta 323 del Tratado de 1944, que identifica varios sitios potenciales para la desalinización binacional.
Por su parte, Margaret Wilder destacó las preocupaciones de equidad y acceso, así como la necesidad de transparencia en estas conversaciones. Adriana Zúñiga llamó atención la sobre el potencial daño a las reservas marinas y terrestres de los proyectos binacionales propuestos en suelo mexicano.
Las fuerzas impulsoras detrás de la desalinización y la mirada al futuro
Los panelistas coincidieron en que uno de los principales motivadores son los intereses económicos, particularmente en Phoenix, Arizona.
De acuerdo con los panelistas, otros impulsores incluyen a los desarrolladores de complejos o resorts que buscan asegurar el suministro de agua para sus empresas, el cambio climático y la expansión de viviendas.
Si se visualizan los próximos 5 o 10 años, el consenso de los panelistas pareció inclinarse en contra de la desalinización.
Nicolás Pineda abogó por una mejor cooperación, mientras que Adriana Zúñiga respaldó el modelo de Agua Urbana Net Zero, que implica reciclar agua en diferentes escalas, entre otras soluciones. Básicamente el concepto de agua circular.
Margaret Wilder enfatizó la necesidad de que las ciudades “replanteen” su infraestructura y transiten hacia infraestructuras verdes.
Y aunque la desalinización puede ofrecer una solución en papel, su viabilidad, impactos ambientales e implicaciones socioeconómicas son temas de intenso debate.
Los expertos coinciden en que la discusión debe ser más inclusiva, transparente y orientada hacia soluciones sostenibles y equitativas para ambos países.
Esta publicación fue posible gracias al valioso trabajo de Jerry Kurtyka, colaborador de PFBW.
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